Frenkie de Jong es el encargado de dirigir el juego del Barcelona. Si se queda, debería ser más influyente con Hansi Flick de lo que lo fue con Xavi Hernández, pero su rol podría ser aún más relevante si se marcha. Las cifras que se manejan por un posible traspaso (entre 70 y 80 millones) lo convierten en una pieza clave para aliviar las finanzas del club azulgrana. Y todo esto, con el neerlandés aún lesionado a menos de dos semanas del debut liguero.
Cada verano, Frenkie de Jong parece estar en la rampa de salida. El Barcelona lleva varias temporadas con problemas económicos, y la buena valoración del neerlandés, pese a no haber tenido un rendimiento sobresaliente, siempre es una carta a considerar. A menos de dos semanas para el debut liguero ante el Valencia, su presencia en la plantilla es tan incierta como lo ha sido su día a día.
El exjugador del Ajax sigue en la enfermería desde que, el pasado abril, se lesionara el tobillo tras una entrada de Fede Valverde. Esto le hizo perderse el final de la temporada y la Eurocopa, donde su selección alcanzó las semifinales. Y su situación no mejora: no se ha entrenado en la pretemporada y quedó fuera de la convocatoria para la gira del Barça por Estados Unidos.
La temporada pasada, fue titular en los 30 partidos que jugó con Xavi. Aunque no sea su principal atribución, solo anotó 2 goles en casi 2.500 minutos disputados. Pero debería ser propio de él el generar asistencias, y no dio ninguna. Hansi Flick quiere verlo para intentar recuperar su mejor versión y saber si puede encajar en el nuevo sistema, pero su regreso es una incógnita.
Esto hace que la opción de una salida cobre fuerza. No es ningún secreto que Dani Olmo está en los planes del club, una operación que quedaría cubierta con lo que se espera ingresar por un jugador que tiene buen cartel en otras grandes ligas. Además, su sueldo es muy alto, por lo que, si se marcha, sería otro ahorro considerable para un Barça que también planea hacer un desembolso significativo por Nico Williams.
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