A pesar de sus intentos por adaptarse y las habilidades prometedoras que se le reconocen, no se descarta que Arthur Vermeeren salga cedido para asegurar su desarrollo definitivo. La feroz competencia en el Atlético de Madrid sugiere un préstamo como la mejor opción.
Aunque el Atlético invirtió más de 20 millones en enero pasado para asegurarse los servicios de Vermeeren, su futuro inmediato en el equipo aún es incierto. Así, aunque su situación no está definida, una cesión en este mercado de verano podría ser clave para que se adapte completamente al estilo y ritmo de LaLiga española.
Después de sus primeros seis meses la temporada pasada, en los que Vermeeren, con apenas 19 años, sintió fuertemente el impacto del cambio cultural y futbolístico tras su vida en Amberes, la pretemporada también ha dejado claro que aún tiene mucho margen para crecer. Su compromiso es innegable, habiéndose incorporado a los entrenamientos en San Rafael seis días antes de lo previsto, y su habilidad con el balón es evidente. Sin embargo, aún se percibe una falta de peso en su juego y dificultades en los enfrentamientos individuales.
Como si eso no fuera suficiente, la competencia en la plantilla también juega en contra del joven belga. Con Koke, De Paul, Gallagher y Barrios disputando las dos plazas en el centro del campo, las oportunidades para Vermeeren son escasas. Además, en la posición de interior derecho, donde Simeone lo ha probado durante buena parte de la pretemporada, tendría aún más rivales, desde otros mediocampistas que compiten por el doble pivote hasta delanteros como Julián Álvarez, Correa o Giuliano, y jugadores de banda como Llorente o Riquelme.
Futuro en evaluación
Con este panorama, la participación de Vermeeren en la próxima temporada parece difícil, lo que lleva a considerar seriamente una salida en forma de cesión a algún club de Primera División, donde pueda tener un papel más relevante y regresar al Atlético en el futuro completamente maduro, listo para competir por un puesto y ser una pieza clave en el equipo. En el club hay confianza en que, con paciencia, su momento llegará.
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